La captación, almacenamiento y reutilización de las aguas pluviales supone una medida ecológica capaz de racionalizar y ahorrar los costos del agua, ya que puede ser utilizada posteriormente para diversos usos: llenado de acuíferos, riego de cultivos o jardines, procesos industriales, aguas de baño, recreo y otros usos.

No obstante, cualquier almacenaje de agua constituye un riesgo, ya que en los depósitos se crea un hábitat idóneo, por las condiciones de humedad y temperatura que en ellos se da, para infinidad de microorganismos que pueden ser patógenos.
Incluso en el caso de reutilizar el agua pluvial únicamente para riego, este agua debe de cumplir unas condiciones mínimas de calidad, sin llegar a ser potable, a fin de que no constituya un riesgo para la salud de las personas en contacto con ella.

Ello es posible gracias a los tratamientos avanzados de aguas, que incluyen pasos adicionales a la depuración para mejorar la calidad del efluente eliminando los contaminantes recalcitrantes.
Sabías que …
«Si se pretende la reutilización del agua pluvial, la desinfección por tratamiento con ozono es considerada el método más fiable.»